Este artículo explora el impacto económico de las sequías en la región noreste de México, utilizando un enfoque metodológico que combina estimaciones de la productividad física del agua de riego con un modelo de insumo-producto. Al mismo tiempo, analiza las movilizaciones campesinas en Nicaragua desde 1990 hasta 2018, en el contexto de las políticas neoliberales y extractivistas. Se busca establecer las conexiones entre las luchas campesinas por el acceso a la tierra y los problemas ambientales exacerbados por proyectos extractivistas, como el Gran Canal Interoceánico. Desde la perspectiva del trabajo social, se argumenta que estas luchas, tanto económicas como ambientales, subrayan la necesidad de intervenciones integrales que promuevan la justicia social y la sostenibilidad.